Propuesta para una máquina de escribir
Juan Egaña
Carta de Juan Egaña a su hijo Mariano, 9 de marzo de 1825:
No olvides el clavecito taquigráfico, casi no tengo otra explicación que mandarte sino que él debe tener lo siguiente:
1º Cinco teclas en la mano izquierda, para las vocales.
2º Las consonantes más necesarias y unas muy pocas y muy generales abreviaturas formarán las teclas de la derecha. Todas estas teclas tienen un martillo, de cuyos martillos ha de resultar un medio círculo, de manera que todos los martillos vengan a golpear en un mismo punto y cada martillo tendrá una letra que ha de imprimirse en aquel punto.
3º Abajo y para recibir la impresión habrá un cilindro en donde está envuelto el papel para que allí golpeen los martillos y cada uno imprima su letra.
Para que las letras no caigan unas encimas de otras ya se deja ver que el cilindro tendrá una rueda endientada gobernada por un resorte, comunicada a cada tecla para que en el mismo acto que se toque la tecla, camine un pequeño espacio el cilindro a fin de que aquel martillo caiga en el nuevo lugar que no está ocupado con la letra.
Ya se deja ver que cada renglón va formando un círculo completo en el cilindro, y por consiguiente en el momento que se completa el primer círculo, ha de haber un resorte para que el cilindro mude de lugar otro tanto que lo que necesita la distancia de uno a otro renglón.
Me ocurre que será preciso que cada sílaba que se componga de una vocal y una consonante tendrá que tocarse a un mismo instante en las teclas como sucede en la pronunciación natural, que al pronunciar la consonante modificamos la voz y movimiento de los labios, de suerte que le acompañamos el sonido de la vocal. Para atender a esto, discurro que como en los papeles de solfa puede componerse cada renglón de dos filas uni das y paralelas para que los martillos de las vocales, golpeando en un punto perpendicular a la consonante, puedan caer a un mismo tiempo.
Cada martillo tendrá un cañoncito para la tinta que siempre debe estar permanentemente a fin de que imprima en el acto del golpe.
Esta es una idea confusa que te doy por ahora, para que hablando con una persona ingeniosa pueda trazar la maquinita del modo que tenga mejor éxito y uso. Estoy muy de prisa; después te hablaré sobre esto, si algo me ocurriese con más detalle. Te prevengo que un consejero alemán (creo que el del Consejo Áulico) cuyo nombre es poco más o menos Kemfen o cosa semejante, escribió sobre una máquina que había inventado para imprimir la música al mismo tiempo de cantar y esto debe tener mucha analogía con la mía. Luego te mandaré su nombre si no tienes noticias de él.
[tu amante padre].
Fuente: Gutiérrez, Claudio; Gutiérrez, Flavio. Forjadores de la ciencia en Chile. Problemas y Soluciones. Santiago: RIL, 2008, pp. 41-42
En documento liberado la carta completa se encuentra en:
http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/visor/BND:124191
pp. 111-116
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