
Paco y Manolo
Francisco Moyano y Manuel Rodríguez, conocidos artísticamente como Paco y Manolo, son pareja hace 36 años, desde que tenían 21 y 18 años, respectivamente. A lo largo de tres décadas han construido juntos una obra fotográfica que trasciende el mero acto de capturar imágenes. Para estos fotógrafos barceloneses, la fotografía no es solo un medio de expresión, sino una manera de situarse en el mundo, de narrarse a sí mismos a través de otros cuerpos, así como de resistir activamente desde la disidencia sexual.
Desde su primera colaboración en 1997 hasta la creación de Kink Ediciones en 2006, su trabajo ha girado en torno al desnudo masculino como herramienta de exploración artística y personal. Su proyecto más emblemático, Kink, es una revista de distribución internacional dedicada al erotismo masculino, la cual nace de una exposición en la que participaron hace ya más de 18 años, donde cuentan que colgaron 24 páginas de una revista a modo de obra. A partir de ahí, junto con Francesc Mulet, diseñador de Kink, fueron aprendiendo cómo montar un proyecto editorial desde cero, y desde entonces nunca más lo soltaron. A pesar del contenido erótico de Kink, Paco y Manolo rechazan cualquier asociación de la revista con la pornografía, por eso casi siempre dicen que es una revista de retratos, y por eso también Kink se vende en tiendas de arte y no en sex shops. Insisten en que su interés no radica en la belleza convencional de los cuerpos, sino en lo que estos expresan una vez que las barreras –físicas y simbólicas– han sido eliminadas. A diferencia de las revistas pornográficas de las décadas de los 80 y 90, que solo exhiben cuerpos hegemónicos, acá hay una búsqueda de lo bello y auténtico en la unicidad de cada cuerpo, que se evidencia en cada toma.
Por otra parte, la desnudez, en su obra, es un acto máximo de revelación: despojarse de la ropa implica despojarse de artificios, de marcas de tiempo y de construcciones identitarias externas. Es por ello que los modelos en la revista aparecen solo con su nombre de pila, sin apellidos que los definan más allá de su propia imagen. Esta idea de la desnudez como un elemento igualador ya estaba presente en su primer proyecto conjunto, Common People, donde retrataban a personas desnudas en la intimidad de su hogar. Sin embargo, en Kink la búsqueda se torna aún más personal: los cuerpos capturados son, en cierto sentido, autorretratos. Aunque no aparecen físicamente en las imágenes, su mirada es omnipresente. Como decía el crítico de arte John Berger, “nunca miramos solo una cosa; siempre miramos la relación entre las cosas y nosotros mismos” (1). En ese sentido, Paco y Manolo utilizan la fotografía no solo como una forma de representar a otros, sino como una manera de reflejarse a sí mismos en los sujetos que retratan.
La captura fotográfica siempre implica una cierta apropiación de lo fotografiado, como también podría decirse de la representación en la pintura o en otro medio artístico. Para Paco y Manolo, apropiarse de los cuerpos que fotografían implica mostrar su propia forma de relacionarse con la luz, el espacio y los cuerpos: “Para que nuestro trabajo tenga interés debemos apropiarnos de los cuerpos de nuestros modelos, filtrarlos y mostrarlos de nuevo desde una perspectiva distinta, mostrando nuestra propia forma de entender la relaciones entre el cuerpo y su entorno. Esta es una de las razones por la que no buscamos modelos, nos gusta que quien se ofrece para ser fotografiado sepa que se va a convertir en un lienzo sobre el que vamos a intentar dibujar algo” (2). Se trata pues, de un intercambio recíproco, ellos como fotógrafos le dan a los modelos mucha libertad en cuánto a qué hacer y no durante la sesión, y estos a su vez le dan libertad a los fotógrafos para ser representados e imaginados desde sus miradas.
Su obra también plantea una crítica implícita a la estetización extrema que a menudo domina la representación del deseo, incluso dentro del colectivo LGBTIQ+, así como también la comercialización de cierta forma de entender la homosexualidad, que excluye visiones más tangenciales dentro de lo homoerótico (3). En este sentido, el tipo de retratos que realizan – simplificando al máximo cualquier distracción tanto en la vestimenta como en el maquillaje, la elección de la luz natural, locaciones naturales, entre otros-, reflejan una postura crítica y política en la que buscan mostrar una sexualidad libre y desacomplejada. Son tomas que se podrían pensar simples pero que muestran una belleza por lo que los rostros o las formas del cuerpo en sí misma expresan. En un mundo donde el sexo y los cuerpos desnudos han pasado del ámbito privado al dominio público, Paco y Manolo buscan rescatar la intimidad en sus imágenes. No se trata de cuerpos perfectos ni de poses calculadas, sino de instantes que revelan una autenticidad difícil de encontrar en la fotografía contemporánea. Aunque les acomoda utilizar la palabra naturalidad para pensar y describir su trabajo, son conscientes de que no existe la verdad absoluta en el campo de la creación. Aun así persisten en el intento de rescatar destellos de algo genuino debajo de las máscaras que lleva cada cuerpo.
En la búsqueda por lo íntimo también se percibe un esfuerzo por alcanzar lo atemporal. Al comienzo se preocupaban de retirar todos los objetos que pudieran localizar la imagen temporalmente, como teléfonos celulares o relojes. Con el tiempo se dieron cuenta de que era una misión imposible; un simple corte de pelo podía señalar el año en que la foto fue tomada. A pesar de aquello, sus fotografías logran escapar de una lectura temporal, lo que les otorga a las imágenes un aura especial, en donde la mirada, sin elementos distractores, puede dirigirse más asertivamente hacia lo esencial de cada imagen. Esta inquietud por el paso del tiempo también se vio reflejada en su serie de 2004 “Los días veloces”, en la que reflexionaban sobre la velocidad del tiempo y la pérdida de la juventud. A 20 años de esa exhibición vuelven a retomar ese título para pensar en su trayectoria de 30 años resistiendo a partir de la fotografía. Sobre este punto, Paco y Manolo señalan: “El transcurrir del tiempo y la nostalgia de vidas no vividas es algo que tiene mucho que ver con el mundo gay de nuestra generación (tal vez por el hecho de que muchos de nosotros vivimos una adolescencia y primera juventud algo traumática, mientras que los heterosexuales la vivían intensa y felizmente). El tiempo pasó y al ser conscientes que nos había dejado atrás, tuvimos urgencia de vivir hacia delante y, por otro lado, nostalgia de ese tiempo perdido. Ahí nos quedamos. Intentamos recuperar esos momentos con nuestra fotografía. Inventar recuerdos no vividos, de eso va gran parte de nuestro trabajo”.
Para Paco y Manolo, la fotografía no es solo un medio artístico sino una forma de existencia. “Fotografiar es vivir, y vivir es fotografiar”, sostienen, evidenciando cómo su arte y su trabajo es inseparable de su identidad. A partir de la invención de recuerdos no vividos, se están proyectando a sí mismos en los retratos que hacen, descubriéndose desde la imagen del cuerpo ajeno. A lo largo de 30 años, han construido juntos un significativo cúmulo de imágenes que se ha convertido en el archivo de sus propias vidas. A través de su trabajo, no solo construyen una estética propia, sino que también establecen una postura política y social. Cada imagen que producen es una declaración y una lucha activa de resistencia LGBTIQ+, es su manera de mostrarse sexualmente al mundo. Los días pasan veloces pero Paco y Manolo no los han desperdiciado. Si eligen vivir rápida e intensamente es porque no saben cuándo todo puede acabar. En un mundo que ha visto como del día para la mañana cambian las políticas y se eliminan derechos sociales que apenas alcanzan a ser reconocidos como básicos, no hay seguridades que se puedan dar por sentadas. Mientras puedan, Paco y Manolo van a seguir disparando.
Notas al pie
(1) John Berger, Modos de ver, Gustavo Gili, 3° edición, 2023, p. 9.
(2) Entrevista de la autora (marzo 2025).
(3) El Asombrario & Co, “Paco y Manolo, el desnudo de la gente corriente”, 22 de mayo de 2013. Disponible en https://elasombrario.publico.es/paco-y-manolo-el-desnudo-sin-artif/
Artículo realizado por: Florencia Izquierdo Garcés. Licenciada en Historia y en Estética. Fotógrafa y gestora cultural. Actualmente es Editora de Contenidos e Investigación de la CChV.