
Albertina Carri
En el nuevo y séptimo film de la singular cineasta argentina, Albertina Carri, ¡Caigan las rosas blancas! (2025), road movie elegida para proyectarse en la apertura del 32° FICValdivia, la actriz, guionista y abogada, Carolina Alamino, interpreta a Violeta, una joven cineasta contratada para dirigir una película porno de autor.
En el proceso, en un gesto de rebeldía frente a las condiciones de producción, la protagonista del largometraje decide sustraer la cámara y arrancar del set, y con aquella acción se desencadena una travesía fílmica que podría percibirse como un viaje de exploración personal y cinematográfico. El relato no para; avanza con una libertad que juega con la construcción del tiempo. Carri contrapone el artificio estético de los interiores urbanos con la fuerza visual de los paisajes abiertos, erigiendo así un discurso visual de contrastes. Lo denso, la crisis, es narrado con humor y autonomía, proponiendo una composición que no teme a lo inesperado ni a la experimentación.
¡Caigan las rosas blancas! será parte de la 17 Bienal de Artes Mediales de Santiago porque la obra de la Albertina, presente y pasada, no rehúye de lo impredecible ni del caos, sino que abraza ambos elementos. Sus trabajos hablan de política, pone en crisis institucionalidad, cuestionando y poniendo en pantalla evaluaciones de constructos, como familia, arte, memoria y Estado. Es transgresora no sólo al cuestionar los discursos establecidos; también al pautarse por modos poco tradicionales de crear sus historias.
En Los Rubios (2003), quizás su película más conocida, la directora decide transitar entre el documental, la ficción, la animación y el ensayo, a menudo mezclando estos registros de forma híbrida e imprevisible. Para abordar la desaparición de su madre y padre durante la dictadura militar argentina, se combinan testimonios reales, reconstrucciones ficticias y metacine. En ese arrojo, el largometraje no busca necesariamente hacer patente una certeza histórica, sino problematizarla. Las poco triviales Géminis (2005), La Rabia (2008) y Cuatreros (2016), realizaciones posteriores, también fueron a contracorriente, en una búsqueda dialéctica en torno a los conceptos de verdad y justicia.
Carri desestructura la noción de “género cinematográfico” como categoría cerrada, politiza el cuerpo y el deseo, elevando al placer y a la sexualidad más arriba que aburridos mandatos normativos, por medio de una irreverente y distinguida mirada queer que subvierte la forma en que tradicionalmente se han representado los cuerpos —sobre todo los cuerpos femeninos— en la historia del cine.
Las hijas del fuego (2018), premiada como Mejor Película en la Competencia Oficial de Ficción del Festival Internacional de Cine de los Países del Sur del Mundo (FICSUR) 2019, y como Mejor Película en el BAFICI 2018, es un film erótico feminista donde el deseo femenino y la pornografía se reconfiguran desde una perspectiva de autonomía, goce y afectividad anti-patriarcal, haciendo de la pantalla un espacio de liberación emancipador y desobediente.
En la -también- road movie, una de las personajes inicia un viaje por la carretera junto a una antigua amante y a otra cómplice que se suma al recorrido. En el camino, el trío vive experiencias sexuales, afectivas y políticas, en una suerte de procesión libertaria y simbólica que rompe con lo heteronormativo y la monogamia, haciendo visible nuevas formas de entender vinculación y comunidad. ¿Podemos pensar, sentir y desear desde otros lugares y subjetividades?
El trabajo de Albertina Carri rompe moldes y abre caminos en el cine latinoamericano y especialmente en la industria argentina, que tan áspero escenario ha vivido en el último tiempo.
Como sucede claramente en Los Rubios (2003), en sus obras lo personal es político; lo íntimo se hace colectivo, haciendo a las audiencias reflexionar sobre identidad, militancia y provocación. A Carri pareciera no importarle si agrada o no, si encaja o no, o si su discurso resulta muy burdo, irónico o crudo para algunos espectadores. Hay cosas mucho más trascendentes que la ofensa.
Artículo realizado por: Valentina Peña Caroca. Periodista y Licenciada en Comunicación Social. Actualmente es Encargada de prensa en Centro Arte Alameda y es parte del equipo de Comunicaciones de la CChV, con foco en redes sociales.